Abr 27 2015 16:53
Reseña Crítica de Las Últimas Vacaciones, la otra cara de Buenaventura
Por Sandra M Ríos U | |
Twitter: @sandritamrios |
“De todos modos se vive sabroso acá en Buenaventura”.
No hay duda que el deporte y la música tienen el poder de transformar vidas. Lo hacen en cualquier nivel o ámbito, pero muy especialmente en regiones o lugares donde las oportunidades son escasas o el entorno pareciera no ofrecer otras salidas distintas a seguir perpetuando la violencia.
Las Últimas Vacaciones es un largometraje documental cuya investigación partió del conflicto, muy similar a lo que vemos en la película colombo estadounidense “Manos Sucias”, una historia también ambientada en Buenaventura y sobre las personas que transportan droga en los submarinos artesanales, pero que terminó decantándose en algo más humano que ayuda a eliminar prejuicios.
La historia de “Manos Sucias” (Leer reseña) posiblemente llegó a terminarse, es más, quizás nunca tuvo algún inconveniente de “censura o intervención oscura”, porque el camino elegido fue el de la ficción, mientras que el director de Las Últimas Vacaciones (Manuel F. Contreras) sí tuvo dificultades para hacerla, incluso recibiendo amenazas algunos de los que participaron como fuente.
En ese camino conoció la historia de tres jóvenes próximos a salir de bachillerato, de ahí su título, estudiantes de música de la Fundación Batuta, en uno de los barrios azotados por la violencia en el puerto de nuestro Pacífico.
Wilmar Sánchez (Presi), John Jaime Cortés (Mister Sombra) y Jonathan Medina (Lápiz), son los protagonistas de este documental en el que apreciamos sus habilidades con varios instrumentos y sus talentos para tocar desde música clásica hasta reggaeton, e incluso llegar a imponer una canción. Con eso se buscan su éxito y su rebuscan sustento.
La música en Las Últimas Vacaciones es un instrumento para reflejar otra Buenaventura, una que tiene jóvenes dispuestos a tener un destino diferente al de perpetuar el conflicto cuando estén adultos y a cambiar patrones de conducta. Los sueños y temores que en el documental comparten son una demostración de lo poco que ha permeado la violencia sus vidas. Los tres piensan en el futuro ideal tal cual como lo haría cualquier otro de su edad en un entorno diferente. Eso no significa que no sean conscientes de las dificultades de su ciudad, del estigma que carga y lo realmente complejo que es salir adelante.
Su música, sus chistes ingenuos, su capacidad de creación, su energía y su alegría, nos contagian y con ellos accedemos a un espacio que se nos presenta menos sórdido de lo que imaginamos y más bien lleno de altísimos contrastes.
Presenciamos las últimas vacaciones de estos tres carismáticos jóvenes y a la final nos quedamos con el deseo de saber qué ha sido de sus vidas, con un documental estimulante sobre una zona que, estando de acuerdo con el director, le ha sido explotada su miseria y su violencia, incluso para la producción televisiva y cinematográfica. Jóvenes como Wilmar, John y Jonathan están haciendo lo propio para sobresalir de buena forma en un entorno violento, pero se pregunta uno si su sola iniciativa está siendo compensada con ayudas reales y viables para que se puedan cumplir. Se necesitan más de estos jóvenes, pero se necesita mucho más el acompañamiento del Estado para generar ese cambio de cultura de forma masiva.
Manuel F. Contreras usa la música como hilo conductor para mostrar contrastes y es generoso y amoroso con los protagonistas y el lugar, resaltando la belleza detrás de la pobreza y las condiciones difíciles. Se evita a toda costa el drama y la exposición de la violencia.
El largometraje se estrenará en el mes de mayo bajo la distribución alternativa llamada “Adopta una Función”, iniciativa creada por varias entidades, entre ellas universidades y centros de cultura, cuyo objetivo no es otro que el de permitir que una producción pueda llegar a la mayor cantidad de público posible.
Ficha Técnica
- Director: Manuel F. Contreras
- Duración: 83 minutos
- Reparto: John Jaime Cortés, Jonathan Medina, Wilmar Sánchez, Luz Mary Gómez, Doris Landázury, Luis Felipe Lemos
- Producción: Tatiana Villacob, Manuel F. Contreras
- Sonido: Miguel Vargas
- Montaje: Andrés Porras, Manuel F. Contreras
- País: Colombia
- Año: 2015