FICCALI y La Carta por la Paridad de Género en el Cine. Sobre las dudas y las resistencias


Por Sandra M Ríos U
Twitter: @sandritamrios


FICCALI: Un Festival de Cine en Evolución hacia la Igualdad de Género

Volví al Festival Internacional de Cine de Cali en la celebración de sus 15 años, tras asistir a tres ediciones previamente: La primera, a cubrir con CineVista su nacimiento; la segunda y la cuarta (o quinta) edición como público. La que más recuerdo es la que abrió paso a lo que hoy es el festival, claro, porque aún siendo una primera edición donde es más lo que se improvisa, estaba en el ambiente y se podía sentir toda esa efervescencia porque Cali y su nutrida tradición audiovisual tuviera un festival sólido como el FICCI o los de Bogotá. Por supuesto, estaba Luis Ospina, quien fuera su director artístico hasta la fecha de su muerte en 2019.

Para la siguiente edición, la 12, la de 2020, fue nombrada Diana Cadavid como la nueva directora artística, una curadora de cine y nuevos medios formada en Canadá que ejerció ese mismo cargo en el Festival de Cine Latino de Los Ángeles. Su notoria trayectoria, que incluye otros festivales internacionales, suma una experiencia de más de 16 años.

Al momento de su nombramiento, Diana tenía por delante los desafíos impuestos por el Covid-19 y era muy consciente que llevaría a cuestas la tarea de conservar la línea vanguardista que hasta el momento se había establecido con Luis. Pero también indicó un derrotero futuro al señalar, en ese entonces, que el festival lo definía como “el cine para nuestro tiempo”. Desde 2021, el FICCALI viene promoviéndose con el lema de “el cine que transforma”.

En 2023 apostando por el liderazgo femenino, el Festival sumó a Gerylee Polanco como la productora ejecutiva, una gestora querida y respetada por todos los caleños dentro y fuera de la ciudad que reconocemos su labor en diferentes áreas de la movida del cine de Cali, con una trayectoria de más de 20 años en la producción, docencia e investigación audiovisual. Su presencia en un puesto tan clave garantiza al evento contar con una persona capacitada, determinada, ejecutora y carismática para gestionar no solo los recursos que hagan posible y permitan que el FICCALI sigue en sano crecimiento, sino para establecer contactos en su idea de crear puentes, tejer redes, diálogos e intercambios de saberes entre lo local y el resto de la industria nacional y extranjera. Una renovación que a todas luces es justa, necesaria y ajustada a estos nuevos tiempos cada vez más exigentes y también para atender la demanda de unas nuevas generaciones que están creciendo con más programas educativos en torno al cine. El FICCALI es un espacio vital para que esas generaciones descubran sus talentos, sus vocaciones, se alimenten de lo que ven y escuchan y, sobre todo, pongan en práctica sus habilidades.

Desde esa edición de 2020, el Festival Internacional de Cine de Cali viene trabajando por dar un espacio fijo a la visibilidad de las mujeres en su programación y desde hace tres años han sostenido una participación femenina que estiman en un 40%. La firma que vimos en la gala inaugural el pasado 1 de noviembre formalizó esa iniciativa con la que arrancaron su gestión.

La Carta por la Paridad y la Inclusión de las Mujeres en el Cine, como se le conoce, proviene del Colectivo 50/50 que reenfocó sus derroteros en 2018 tras el vergonzoso caso de Harvey Weinstein y el movimiento del Time’s Up y que marcó sus nuevos objetivos cuando realizaron el manifiesto en la alfombra roja del Palacio del Festival de Cannes con la presencia de 82 cineastas, quienes reclamaron la participación igualitaria en la industria. Las cifras son dicientes: En las 71 ediciones que llevaba el Festival de Cannes para ese momento, solo 82 mujeres habían logrado estrenar su película en la Competencia Oficial (la que otorga la Palma de Oro), frente a los 1.688 hombres que sí lo habían conseguido a lo largo de su historia.

La comitiva que participó del significativo acto estuvo encabezada, entre otras, por Agnes Varda, Jane Fonda, Cate Blanchett, Marion Cotillard, Patty Jenkins, Céline Sciamma y la colombiana Cristina Gallego, quien coincidía en el festival con ‘Pájaros de Verano’, su debut en la dirección seleccionado para dar apertura a la sección paralela La Quincena de los Realizadores. El llamado de atención no solo estuvo destinado a que se lograra mayor participación de la mujer en eventos importantes como estos, sino también a la paridad salarial en toda la cadena de producción audiovisual.

En CineVista hemos registrado cómo Jane Campion se convirtió en la primera mujer en ganar la Palma de Oro (El Piano) de Cannes, conseguida solo hasta 1993 y cómo por tercera vez, en 94 ediciones de los Oscars logró recibir el premio a Mejor Dirección (El Poder del Perro.2022). Le antecedían solamente Kathryn Bigelow por ‘Zero Dark Thirty’ (2009) y Chloé Zhao por ‘Nomaland’ (2020). Es decir, reconocimientos obtenidos por dos mujeres en los últimos 14 años y el cine, se debe recordar, cumple el próximo 28 diciembre 128 años de historia. Julia Ducournau recibía de las manos de Sharon Stone la Palma de Oro 2020 por su película de terror y fantasía ‘Titane’, tras 28 años de haberlo conseguido Campion. Podrán verse como casos mediáticos, pero sirven como panorama de lo que históricamente ha sucedido desde lo más macro. “Las mujeres no son una minoría en el mundo y, sin embargo, nuestra industria dice lo contrario”, leía en el manifiesto la actriz Cate Blanchett. También le puede interesar la publicación: “Las mujeres en la historia del cine”.

El colectivo 50/50, de Francia, nació para ahuyentar del mito la problemática de la desigualdad en el cine y cuestionar, como lo dejan claro, “la distribución del poder”, convencidos que presionar la paridad servirá para que “las representaciones cambien y permitirá una renovación de la creación”. Por supuesto han levantado estudios en Europa cubriendo muchas áreas, entre ellas de la crítica cinematográfica donde dan cuenta que solo un 30% de mujeres ejercía el oficio, o que de cada cinco películas europeas que se realizaron entre 2006 y 2016, una era dirigía por una mujer.

Hasta la fecha, son 189 festivales de cine alrededor del mundo los que han firmado este acuerdo y compromiso. 13 , con el FICCALI, son de América. El festival local es el primero en Colombia en firmarlo y el segundo en Latinoamérica después de Mar del Plata. Otra cifra que ustedes los lectores de este texto sabrán interpretar: El 56% de estos eventos firmantes tienen como directora artística a una mujer.

La película de apertura

El largometraje inaugural de la edición 15 fue ‘Mamacruz’ (2023), que se exhibió con el antecedente de haber sido seleccionado en la competitiva categoría de ficciones mundiales del Festival de Sundance a inicios de año. En el recinto, la noche inaugural, desde el Teatro Municipal, se escucharon algunas quejas por tratarse de una comedia. En los días posteriores, las discusiones en torno a su elección continuaron en espacios informales; charlas de almuerzo, filas para ver películas, en los cafés y otros eventos alternos. Por supuesto, estas discusiones hacen parte de la dinámica normal entre asistentes a estos eventos y contribuyen a enriquecer el diálogo, a hacer control de calidad y suelen darse por la gran cantidad de títulos que hay para comparar.

Sin embargo, hay que decir que más allá de la opinión valorativa de la película, o de los nombres de peso en la industria que formaron parte de la programación, la comedia suele ser un género maltratado y subvalorado en estos espacios. ‘Mamacruz’ es una película dirigida por una mujer, la venezolana Patricia Ortega, y la historia gira en torno a una madre de la tercera edad que se libera de las cadenas impuestas por la sociedad y sus propios prejuicios y condicionamientos morales para volver a descubrir sus deseos más íntimos. Adicionalmente, la concepción de la historia estuvo ligada directamente a la cuidad por la residencia de guion que hizo su realizadora, así como también por temas como la música y el baile. Así las cosas, la decisión como película inaugural me resultó más que obvia y coherente con la carta firmada.

 Es importante no olvidar que estos festivales se deben a un público y las galas de apertura suelen ser eventos que convocan a mucha gente, incluso más que la que regularmente termina viviendo el resto de los días. Sin devolvernos tanto en el tiempo, basta con recordar cómo en el 2009 Cannes hizo apertura por primera vez con una película animada, el largometraje de Pixar (propiedad de Disney) ‘Up’ y el FICCI, para revisar  lo local, viene haciendo inauguraciones con películas colombianas, por encima de su gran categoría de Gemas, por ejemplo. También le puede interesar la publicación: Reseña ‘Mamacruz’. 

La firma de la Carta por la Paridad de Género

La evidente deuda histórica del cine con la mujer y los estudios que la soportan no parecen ser una razón suficiente para justificar y entender la decisión del Festival de firmar la carta que permitió en esta edición incrementar a un 48% la participación de directoras mujeres en la programación. Garantizarles un espacio hace que, naturalmente, se sienta un grupo excluido y se creen dudas legítimas, en todo caso, frente a una curaduría que se enfrentaría a otra ecuación en sus parámetros de selección.

¿Tener una cuota de participación femenina hará que películas sobresalientes o directores renombrados no estén en la programación? Posiblemente sea así y el FICCALI de claridad a esa dinámica tras oficializar la firma de la carta por la paridad de género. De hecho en conversación con Gerylee Polanco nos comentó: “Sí, hay gente que tiene resistencias frente a estos ejercicios paritarios, porque ponen por encima la calidad de la obra al ejercicio o la acción afirmativa. Obviamente nosotros desde un lugar y una apuesta incluyente, sí pensamos esto para darle visibilidad a las mujeres que no la han tenido históricamente”.  

Lo cierto es que desde el #MeToo estamos viviendo un periodo de transición que con errores y aspectos por mejorar han dinamizado las discusiones en torno a esa brecha tan grande y han provocado los primeros cambios que se hacen evidentes en hechos históricos como la elección este año de Ava Duvernay en el Festival de Venecia con su película independiente ‘Origin’, convirtiéndose en la primera mujer negra en ser seleccionada en la competencia oficial, en 80 años de historia que tiene este evento, o el máximo premio del Festival de San Sebastián, la Concha de Oro, entregada en 2023 por primera vez en sus 71 ediciones a una directora española, con la película híbrida ‘O Corno’ dirigida por Jaione Camborda. Hay una deuda histórica que está comenzando a saldarse y en esta transición seguro habrá resistencia al cambio, inconformidades, sensaciones de injusticia (paradójico decirlo) o sensación de falsa saturación (que se programa a mucha mujer, o que ahora todo es femenino).

El FICCALI no solo ofreció un “cine que transforma”, su curaduría se puede decir que es ecléctica, sino que también se está transformando con estas dos gestoras culturales, quienes desde esta edición, especialmente, parecen estar inyectando nuevos bríos y proponiendo unas nuevas dinámicas, sin olvidar necesariamente todo el legado de Luis Ospina y otros pioneros y gestores claves de Cali que, precisamente, fueron homenajeados como el cineasta Oscar Campo, la productora Alina Hleap y el documentalista e investigador Ramiro Arbeláez. La programación dedicó espacios y películas en torno a Luis, a Andrés Caicedo y el movimiento de Caliwood. 

Desde el festival

Así es la percepción desde el festival sobre la acogida de la gente y el sector a la firma de esta iniciativa en palabras de Gerylee Polanco: “La recepción de la firma de la Carta de Paridad ha sido muy positiva primero, por ser el festival pionero en Colombia y el segundo en Latinoamérica en hacerlo y, segundo, porque sienta un precedente muy importante para nuestro país. La acogida ha sido muy positiva, en tanto entendemos, como sociedad, la necesidad de trabajar por las brechas de género. El cine no se queda atrás con las brechas de género y como festival estamos trabajando para eso. Hay un reconocimiento positivo de esta acción y nos pone en el mapa mundial frente a la iniciativa global del Colectivo 50/50, que también ha sido muy positivo contar con su apoyo. Nuestro festival es el firmante número 157 y eso nos llena de orgullo”. 

Algunas cifras al cierre

Al cierre del festival el pasado lunes 6 noviembre, FICCALI cerró con más de 40 proyecciones en el programa Cine Sin Límites que tiene como objetivo descentralizar el evento. Se llevaron a cabo casi 55 proyecciones de las películas en competencias oficiales y que tuvo una sala de Cinépolis con entradas gratis, se sumaron 70 actividades exclusivas para el sector audiovisual y contaron con la participación de más de 50 invitados. 

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